Piel con piel
El poder del toque va más allá de lo que nos podríamos imaginar.
Tu bebito no entiende de palabras aún, no conoce el mundo pero lo que sabe es lo que siente, por eso el contacto físico es importantísimo.
La Organización Panamericana de la Salud publicó los beneficios del contacto precoz piel con piel entre la madre y el recién nacido. Son de dos tipos: inmediatos y a largo plazo.
Cuando nace
- Se aconseja “pegarse” al bebé para que coma por primera vez, así, el contacto será natural y necesario.
- La temperatura del pequeño se regulará con la de la madre, se ha demostrado que, de hecho, los recién nacidos que son llevados a la cuna sufren más bajas temperaturas corporales.
- Estimula un apego afectivo con mamá.
- Se siente mucho más contenido, ¡el mundo es nuevo para él!
- El contacto piel con piel genera que se libere la hormona del amor: la oxitocina. Esto es para ambos.
- La cercanía los hará reconocerse de una manera más íntima, desde el olor también.
Con el paso del tiempo
Más grandecitos el contacto sigue siendo muy importante, de hecho, existen estudios que demuestran que los abrazos son súper valiosos en nuestra cotidianidad.
Invita a papá a que también toque el bebé, la piel con piel lo hará sentir mucho más cercano a él. Pueden darle masajitos suaves para consentirlo y estimular su sueño. The Journal of Perinatal Education publicó en 2011 un estudio donde se demostró que el estrés disminuye importantemente en las parejas al practicar el masaje infantil.
Ver películas juntos en la cama estimula la cercanía sin importar la edad y los masajes pueden evolucionar al cuero cabelludo, pies, brazos y manos y espalda.
El contacto físico evoluciona con los años, pero no por eso deja de ser importante, ¡no lo olvides!