El color de tu hijo
¿Sabías que los colores que elige tu hijo dicen mucho de su personalidad? Su mundo está lleno de colores distintos que experimenta todos los días y algunos están especialmente estudiados para generar cierto efecto en ellos y otros, simplemente se los regala la naturaleza en diversas gamas para que los puedan disfrutar.
Psicología del color
Los colores han sido estudiados desde muchos años atrás para analizar el efecto emocional que tienen, de manera que se puedan aprovechar para distintos propósitos. Por otro lado, los colores guardan un significado social de acuerdo con los orígenes ancestrales de cada cultura, que ha perdurado con el paso del tiempo.
Hay dos colores particulares que hablan del alma, la energía, vitalidad y momentos positivos:
Cuando prefieren el verde
El verde es la combinación del azul y amarillo. Se ve fuertemente relacionado con la naturaleza, la paz, el bienestar, la relajación y un estilo de vida de sanación. Instintivamente es el color que los niños buscan para reconfortarse de un mal momento o cuando se sienten tristes.
Se dice que el color verde está relacionado con la capacidad lectora tanto en comprensión como en velocidad, y es recomendado para aquellos pequeños a quienes les cuesta más trabajo manejar sus emociones o son más nerviosos. También se sugiere su uso en los niños con mayor tendencia a los berrinches, para ayudarlos a regresar al equilibrio.
Si el verde es su color favorito, puede decirse que son niños sensibles, abiertos y que observan mucho su mundo, aprovechando para disfrutarlo.
El verde es equilibrio y calma.
Su opción es el amarillo
El amarillo es uno de los colores primarios que mezclado con rojo nos regala el naranja, y mezclado con azul nos da verde. Este color se relaciona con los niños optimistas, la energía, el resplandor, lo racional y lo intelectual.
Este color se relaciona con la capacidad de concentración y está ligado al estimulo intelectual. Se dice que también ayuda a niños con problemas de depresión gracias a que estimula el optimismo y la confianza en ellos mismos
Si tu pequeño es de los que prefiere el amarillo para todo, podríamos estar hablando de un niño inteligente y creativo, con un gran poder personal, y que además mantiene una buena relación positiva con el mundo que lo rodea.
El amarillo es concentración y optimismo.
¿Y si lo llevamos a la comida?
Sumado al estímulo que genera cada color a través de la vista, se dice también que los colores que los pequeños ingieren en sus alimentos repercuten en sus emociones. Hay alimentos con grandísimos beneficios nutrimentales como el kiwi, que además de llenarnos de nutrientes, nos llenan de colores que aportan energía, vitalidad y momentos positivos.
Para que siempre estén nutridos, checa estas dos infografías y cuéntanos cuál es el color de tu pequeño, ¿es amarillo o verde?
Con información de Zespri® Group Ltd