En este espacio ya hemos platicado con Regina y Erika de NEUROingenia sobre diversos temas. Hoy tocamos el bullying, y las expertas de esta clínica de especialidades nos dan una cátedra que vale la pena meditar.

Algunos piensan que es un término de moda, porque ser molestado o molestar no es algo nuevo, siempre ha existido. Sin embargo, no porque siempre haya existido quiere decir que no tenga impacto fuerte en la vida de la persona que es víctima de esto y por ello, es importante detectar a tiempo si alguno de nuestros hijos sufre de bullying o, por el contrario, está siendo parte del acoso de algún compañero.

¿QUÉ ES BULLYING?

El término bullying, es la acción de dañar física, social y psicológicamente a una persona constantemente durante un periodo largo de tiempo. Es decir, no podemos emplear el termino bullying para cualquier eventualidad que se suscite donde exista violencia de cualquier tipo, se denomina así cuando esta violencia se convierte en acoso, el cual genera múltiples cambios en el comportamiento de quien es víctima de este.

El bullying o acoso escolar es un fenómeno del comportamiento que se da en el periodo escolar, generalmente en primaria alta y secundaria, se caracteriza por haber 3 autores que participan en esta práctica: la víctima, el victimario y el espectador.

La dinámica de estos tres autores en cuanto a sus comportamientos y características de personalidad estimula o refuerzan la práctica del bullying. Tanto ser víctima como victimario se relaciona con ciertos problemas emocionales, que al no ser detectados a tiempo se vuelven problemáticos. Por lo anterior, es indispensable hacer una revisión de lo que está pasando en nuestros hijos para así darnos cuenta si es probable que estén sufriendo o provocando acoso social y podríamos llamarlo “social”, porque hoy en día va más allá del ambiente escolar, ya que por medio de redes sociales puede extenderse a otros ámbitos.

FOCOS QUE SE RELACIONAN CON LA VICTIMA DE BULLYING

No es necesario que todos los puntos estén presentes para sospechar que se está sufriendo de bullying, con tener 5 o más de estos aspectos puede ser suficiente.

• Ser un niño(a) retraído
• Ser un niño(a) inseguro
• Baja autoestima
• Personalidad introvertida
• Pocos amigos
• Dependiente
• Apegado al hogar
• Sobreprotección por los padres
• Ambiente violento en casa
• Pérdida de apetito
• Aumento de peso, por comer con ansiedad
• Distracción
• Somatización (dolores de cabeza constantes, estomago)
• Aversión a la escuela o ambientes sociales
• Moretones inexplicables
• Bajas calificaciones
• Autolesiones

FOCOS QUE SE RELACIONAN CON EL VICTIMARIO DE BULLYING

• Líderes agresivos o prepotentes
• Necesidad de reafirmar su personalidad sobre los más débiles
• Impulsivos
• Baja tolerancia a la frustración
• Problemas de conducta
• Retan a la autoridad
• Dificultad para seguir reglas
• Problemas en casa (agresividad, ausencia de padres)
• Expuestos a violencia (cine, televisión, videojuegos o internet)
• Poca disciplina
• Baja capacidad de solución de problemas
• Bajas calificaciones
• Hiperactividad
• Distracción

Como papá es importante estar alerta a cualquier cambio de comportamiento que sufran los hijos y de vez en cuando hacer una pausa para analizar cómo está siendo su comportamiento tanto en casa, como en escuela y socialmente.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

No buscar culpables. – Si identificas y confirmas que tu hijo está sufriendo de acoso escolar, lo más sano es informar a las autoridades de la escuela, no echándole la culpa al profesor en turno o a los prefectos de la escuela, más bien propiciar una red de apoyo escolar por parte de las autoridades para que estén mucho más atentos a los alumnos señalados. Recuerda que la escuela es nuestra aliada para erradicar este problema.

Darles herramientas a nuestros hijos. – La mayoría de los niños que experimentan acoso no sabe poner límites, normalmente son permisivos y le dan prioridad a las demandas externas más que a las propias, no solo en la escuela también en casa, y aunque se cambie de escuela es muy probable que el problema se repita. Es importante enseñar a los hijos a decir “No” de forma asertiva, y buscar formas de dialogar con sus compañeros sin necesidad de usar la violencia. Existen casos de niños que no entienden con palabras, y es importante explicar que, aunque uno haga las cosas bien no necesariamente quiere decir que el otro acatara la petición de primera instancia, por lo que se puede tomar otra actitud o forma de solucionar el problema, como puede ser decirle al profesor en turno o a cualquier autoridad escolar quien pueda apoyar en el momento.

Otorgar parámetros de convivencia con otros niños. – Es importante decir qué conductas son adecuadas para practicar con sus compañeros y cuáles no, es decir; aunque nuestros hijos no sufran de acoso escolar, pueden ser parte de ello al momento de presenciar la agresión hacia sus compañeros. La violencia no es y no debe verse como algo normal, esta problemática es de carácter social, por lo que con incumbe a todos actuar para no dejar pasar ni mucho menos repetir aquellas conductas y actitudes agresivas.

Buscar ayuda. – Si te das cuenta de que el problema te rebasa, ya que por más que intentas un acercamiento con tu hijo no pueden logran una comunicación clara y tu hijo no logra superar esta situación, es importante acudir con especialistas quienes los apoyaran dándoles herramientas, a ti para que puedas acercarte a tu hijo y a tu hijo para que pueda afrontar el problema asertivamente.

*Psicóloga Paulina Márquez y Dra. Erika Proal – especialistas de NEUROingenia /NEUROingenia Cancún__________________________________________________________________________________________________

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