DOLOR EN EL PARTO
Por: Guadalupe Trueba, Educadora Perinatal
El parto es un acto de amor, un evento en la vida que nos enfrenta a grandes dificultades y enormes esfuerzos, pero también nos brinda la posibilidad de crecer en fortaleza, autoestima y confianza. Todos estos son atributos que nos ayudan a enfrentar con confianza y seguridad el rol materno que es necesario ejercer con maestría en la convivencia con el bebé.
Pero lo más importante, el parto nos hace crecer en amor. El embarazo y el parto son actos de amor; exigen paciencia, ponerse al servicio del hijo por nacer, compartir la vida con él, compartir el tiempo, el espacio físico y la casa. Implica tolerancia y mansedumbre, perdón y reconciliación con nosotras mismas, nuestras parejas, nuestros padres. En el embarazo y el parto la mujer excusa todo, espera y soporta sin límite. Se hace tangible y evidente el amor, porque lo vive intensamente.
El parto tiene lugar un día en la vida de la mujer. Pero ningún otro evento conjunta tanto dolor, estrés emocional, cansancio y vulnerabilidad. Además, tan pronto como la mujer da a luz, su papel cambia en un instante: de golpe se hace totalmente responsable de un diminuto y dependiente ser humano.
La mujer experimenta uno de los más, si no el más, profundo cambio en su vida. Las largas horas de las contracciones, representan una crisis general, la enfrentan a las sensaciones físicas más intensas, profundas y estresantes emocionalmente que quizá experimente. Dolor, esfuerzo, fatiga, ansiedad, duda, vulnerabilidad, entorno extraño, gente desconocida, desnudez: ¡lo experimenta todo! La fortaleza física y emocional, forma parte de la naturaleza con la que la mujer fue diseñada para afrontar el reto que representa la maternidad. Al dar a luz con gran fortaleza experimenta un gozo inmenso y conoce la paz interior.
“Todas las mujeres son capaces de parir, pero pocas son capaces de gozar el parto”. Dr. Manuel Dosal de la Vega
¿Y qué hay con el dolor? ¿Cómo se puede gozar un parto si duele?
El dolor juega un importante papel en el proceso del parto normal. El dolor en el parto, como muchos otros dolores, tiene un efecto protector. Responder al dolor de las contracciones con movimiento, incluyendo caminar, mecerse, balancear la cadera, cambiar de posición, no sólo ayuda a que el bebé descienda y se coloque en la mejor posición para nacer, sino también protege el cuerpo de la mujer durante el proceso. Conforme el cuello del útero se estira y se abre, la producción de la hormona oxitocina (la hormona del amor) aumenta, y las contracciones se hacen más fuertes y se vuelven más efectivas. Conforme el dolor aumenta, se produce una segunda hormona llamada endorfina (hormona del placer) que ayudan a la mujer a cooperar con las demandas de las contracciones aún más fuertes y que ayudan a nacer al bebé. Responder activamente a las contracciones del trabajo de parto, no sólo promueve confort, sino que ayuda a que progrese el trabajo de parto.
El dolor en el parto no está asociado a un trauma, sino que es parte de un proceso normal y saludable, y se puede comparar al dolor asociado a otras actividades físicas que implican un gran reto. Aquellos que se esfuerzan por ascender el último peldaño de una montaña, al conquistar la cima y llegar a la meta, reportan sentimientos de euforia y aumento en su autoestima. Investigadores han encontrado que las mujeres que experimentan un parto natural, describen sentimientos similares. Estos sentimientos de exaltación, logro, confianza y fortaleza tienen el potencial de transformar la vida de las mujeres.
En muchas culturas, el corredor que termina una larga y difícil carrera es admirado, pero no se reconoce el hecho de que la mujer en trabajo de parto, pueda experimentar los mismos sentimientos.
¿Cómo lidiar con el dolor del parto?
El dolor en el parto es un dolor con un propósito… un premio.
Un curso de preparación para el parto, ayuda a las mujeres a encontrar la forma de enfrentar los retos del parto con confianza y descubrir su fortaleza en el acto de parir. La mujer que conoce los efectos negativos que pueden surgir con la aplicación de medicación y anestesia, tiene derecho a elegir NO utilizarlos; pero tiene también el derecho a ser respetada en su decisión, y que médicos y enfermeras le proporcionen los medios para trabajar con su dolor de la manera como ella lo pueda manejar.
Por ejemplo, el dolor durante las contracciones de labor de parto, puede ser muy intenso y desesperante, si se nos obliga a permanecer acostadas en una cama. El cuerpo de la mujer ha sido diseñado para parir y cuando el entorno es adecuado – libertad, respeto y privacidad, de manera instintiva elige posturas y movimientos con los que siente alivio del dolor.
El dolor se puede controlar mediante las estrategias aprendidas durante los cursos para el parto psicoprofiláctico. En un curso de preparación para el parto, se aprenden técnicas de relajación, estrategias para concentrarse en actividades positivas, se practican diferentes posiciones para utilizar durante la labor de parto, se aprende cómo utilizar mejor nuestra fuerza para empujar al bebé por el canal del parto, y lo más importante es que se discute sobre el valor del dolor en el parto como un elemento positivo que nos indica que el parto va progresando.
“Se puede tener mucho dolor y no estar sufriendo, pero también se puede estar sufriendo y prácticamente no sentir dolor” Kathy McGrath
Todas las mujeres tienen derecho de dar a luz confiadas en su habilidad, libres de encontrar comodidad en una variedad de formas, apoyadas por su familia y todo el personal de salud que las rodea durante uno de los eventos más importantes de su vida…¡el nacimiento de su hijo!
Si estás embarazada, busca un curso de preparación para la maternidad. Tu ginecólogo puede recomendarte un servicio de preparación para el parto. Gozarás con tu pareja de un embarazo más consciente y saludable, preparándote para un nacimiento normal, natural y gratificante.
Y una cosa más, el parto no termina cuando nace el bebé, ya que éste será un día que quedará grabado en tu memoria. Es muy importante que lo recuerdes como un día memorable. No le tengas miedo al dolor, porque tú eres más fuerte de lo que piensas y tu cuerpo sabrá cómo lidiar con las sensaciones propias del nacimiento.
Fuente:
- Enkin, M., et al. (2000) A Guide to Effective Care in Pregnancy and Childbirth. New York, NY. Oxford University Press.
- Lamaze Internacional. (2001) Lamaze International Position Paper – Lamaze For the 21st Century. Washington DC.: Lamaze International.
- Lamaze International. (2003) Care Practices That Promote Normal Birth: Freedom of Movement Throughout Labor. Washington DC. Lamaze International
- Simkin, P. (2001) The Birth Partner – Everything you need tyo know to help a woman throuh childbirth. Boston, MA: Harvard Common Press
- Simkin, P. (2003) A day you’ll never forget. Lamaze Parents Magazine. Lamaze Publishing Company.
- Tanzer, D. (1976) Why natural childbirth? A psychologist’s report on the benefits to mothers, fathers and babies. Ney York, NY. Schocken Books.