¡Dí lo que piensas!
Cuando se presente un problema, señala la situación en términos de las consecuencias para ti. Si un compañero de trabajo en el cubículo contiguo pone la música a todo volumen, comenta algo como: “me causa problemas tu música. Necesito terminar un informe importante y no me puedo concentrar”.
Expresa tus sentimientos en oraciones que comiencen con la palabra “Yo”. En lugar de decir: “tú me haces enojar porque no ayudas en la casa”, podrías decir: “me siento enojado cuando no me ayudas”. No lo pospongas. Soluciona los conflictos pequeños lo más pronto posible. No cedas terreno.
No te disculpes por señalar lo que necesites, ni reduzcas tu poder al decir algo como: “sólo es mi opinión”. No subestimes el poder de una petición simple. Si quieres algo, pídelo de manera directa y concisa.