Por: Lorena Stoopen, Nutrióloga

Durante el segundo y tercer trimestre los requerimientos de energía se ven aumentados cerca de 200 a 300 kcal al día, esto es aproximadamente una porción más de cada grupo de alimentos: un cereal (por ejemplo: 1 rebanada de pan o 1 tortilla o 1/2 papa o 1/2 tza. de arroz, pasta o avena), una carne o sustituto (por ejemplo: una pequeña porción de carne, pollo o pescado, 40g de queso, 1 vaso de leche o yoghurt o 1/2 tza. de leguminosas), una fruta y un poco de grasa (1 cucharadita de aceite de olivo o canola, 1 puñito de nueces o 1 rajita de aguacate).

¿Es recomendable usar sustitutos de sal en lugar de sal de mesa?

No. Los sustitutos de sal no son el remedio para disminuir el consumo de sodio y por el contrario pueden acarrear sus propios problemas.

Aunque el disminuir el consumo de sodio no contrarresta la predisposición genética a padecer problemas cardiovasculares, por salud en general yo te recomiendo que en tu familia se haga el hábito de comer con menos sal. Esto se puede lograr reduciendo gradualmente la cantidad de sal que se usa al cocinar y aprendiendo a cocinar con hierbas que sustituyen la sal, dando a la comida sabores agradables y variados.

¿El trigo, huevo y fresas son alergénicos? ¿La leche deslactosada y el chocolate también?

El trigo, el chocolate, las fresas y el huevo son conocidos alérgenos y en alguna medida pueden pasarse por la leche materna si estás lactano, sin embargo, no es necesario que los elimines de tu dieta, sólo modera la cantidad que comes. Otro alimento que debes considerar son los cítricos que puedes comer moderadamente; por ejemplo, un día desayunar 1/2 toronja y otro día tomar una naranja en gajos de postre.

La leche deslactosada no le hace mal al bebé, porque lo que tiene es que le han destruido la lactosa (azúcar de la leche), pero por lo demás, es igual. Sin embargo, la proteína de la leche de vaca también es un conocido alérgeno y por lo tanto, si tu bebé tiene antecedentes familiares de alergias, la recomendación es también consumirá moderadamente, así como los lácteos que deberás consumir a razón de dos porciones al día (por ejemplo: un vaso de leche o yogurt y un poco de queso para unas quesadillas al día).